El Ayuntamiento de Pamplona ha elaborado un diagnóstico cuantitativo de la situación de las personas mayores de doce barrios de la ciudad: Azpilagaña, Buztintxuri, Casco Antiguo, Ensanche, Ermitagaña-Mendebaldea, Etxabakoitz, Iturrama, Mendillorri, Milagrosa-Arrosadía, Rochapea, San Jorge y Txantrea.
El origen del trabajo se sitúa en el diagnóstico elaborado el año pasado por la consultora Impactos sobre el barrio de San Juan y que ha servido de base para los doce estudios posteriores realizados por personal técnico municipal del área de Acción Comunitaria, Cooperación al Desarrollo y Deporte y el Área de la Oficina Estratégica. Toda la información está disponible en www.pamplona.es, en la página que recoge la situación de las personas mayores.
El Consistorio pamplonés asume que afrontar el fenómeno del envejecimiento es un desafío que requiere una intervención multisectorial en el que confluyan el compromiso y la acción participativa de la entidad municipal junto con distintos agentes sociales y profesionales procedentes de diferentes sectores y servicios. En este sentido, considera necesario ahondar en las necesidades del colectivo de personas mayores contando con la participación de personas expertas en el ámbito y la de las propias personas mayores para poder trazar líneas de trabajo que vayan en la dirección correcta. Ello ha dado lugar a la puesta en marcha de diversas iniciativas para abordar este fenómeno. Una de ellas ha sido la incorporación de Pamplona a la “Red de Ciudades Amigables con las Personas Mayores”.
Envejecimiento por sexos, pobreza, personas que viven solas, nivel educativo…
En los diagnósticos, a través de la identificación y el análisis de los principales indicadores sociodemográficos de las personas mayores se ha querido definir una fotografía que permita valorar déficits, fortalezas, carencias y potencialidades que presenta cada barrio en este ámbito.
En el trabajo se aportan datos sobre el envejecimiento, los cambios en la estructura de la población, la feminización del envejecimiento, las personas mayores que viven solas y las personas extranjeras mayores. También se aborda la situación económica y el riesgo de pobreza, el acceso de las personas mayores a los recursos asistenciales, el nivel educativo o los servicios y equipamientos de cada uno de los barrios, entre otros ámbitos. Por una parte, se ofrecen cifras genéricas de cómo se encuentra la ciudad y por otra, los datos concretos de cada uno de los barrios. Cada diagnóstico finaliza con un resumen de tablas y gráficos en los que aparecen las cifras más significativas de cada zona.
Iturrama y San Juan, los barrios más envejecidos
En Pamplona, los datos del padrón de febrero indican que actualmente conviven 46.342 personas de 65 o más años, lo que supone un porcentaje del 22% de la población y con una tendencia ascendente es constatable año a año. La edad media de la población empadronada en Pamplona es de 44 años.
El fenómeno no es homogéneo en toda la ciudad. Hay barrios cuyo índice de vejez se encuentra por encima de los niveles medios como son Iturrama, San Juan, Ermitagaña-Mendebaldea y Txantrea, mientras que otros, Buztintxuri-Euntzetxiki y Mendillorri, no alcanzan el 10%. Iturrama seguido de San Juan son las zonas más envejecidas de Pamplona.
En términos generales, la tendencia del envejecimiento es la de aumentar significativamente en los próximos años. Los diagnósticos señalan como causa una amalgama de fenómenos demográficos: el aumento de la esperanza de vida (en Navarra es de 83,8 años), el ‘baby boom’ tardío, la reducción de los índices de natalidad y el freno de la inmigración estos últimos años.
Buztintxuri y Mendillorri donde menos personas mayores de 80 años hay
Los diagnósticos municipales señalan que, aunque en términos globales se habla de personas mayores cuando éstas tienen 65 o más años, no se puede considerar este colectivo de manera homogénea. La situación, las necesidades y las potencialidades de las personas mayores de 80 años difieren considerablemente de la de otras más jóvenes. Los barrios con mayor población de 80 años son San Juan, Iturrama, Ensanche y Txantrea mientras que en el otro extremo se sitúan Buztintxuri y Mendillorri.
Así, es preciso contemplar dos grandes bloques de personas mayores con necesidades e inquietudes diferentes. Por una parte, las más mayores, para las que cabe reforzar los servicios asistenciales existentes y abordar las situaciones de aislamiento y soledad. Por otra, las más jóvenes, para las que será necesario generar una nueva respuesta más activa y diversa, con más actividades y espacios que permitan la socialización y evitar llegar a vivir esa soledad que cada vez afecta a más personas. El trabajo municipal también propone promover en este grupo un compromiso social a través del voluntariado.
Además, a medio plazo se prevén otros procesos que transformarán esta realidad y configurarán una nueva caracterización de las personas mayores debido a un envejecimiento masivo derivado del ‘baby boom’ tardío y la incorporación de personas con mayor nivel formativo y de personas inmigrantes. Todas estas transformaciones derivarán en un envejecimiento diferente al actual, con otras inquietudes, previsiblemente más activo, con una mayor heterogeneidad. Como consecuencia, sus demandas serán diferentes.
Mayor porcentaje de mujeres, que además son más vulnerables económicamente
Otro dato analizado en los diagnósticos es la distribución por sexo, tanto en la ciudad como en cada uno de los barrios. En términos generales, el 59% de las personas de 65 y más años que viven en Pamplona son mujeres, una cifra que va aumentado cuanto mayor es la edad: a partir de los 80 años el volumen de mujeres supera el 60% y en el grupo de personas de más 99 años se sitúa en el 84%.
También se ha analizado el volumen de personas que viven solas: el 23% de las personas de 65 y más años viven solas. Este porcentaje es especialmente relevante entre quienes tienen más de 85 años por su importante incremento: el 32% de las personas de 85 a 89 años vive sola, y sube hasta el 36% entre las de 90 años en adelante. Por sexos, el perfil de las personas de edad avanzada que viven solas es claramente femenino.
Los diagnósticos abarcan, además, aspectos económicos recogiendo que la tasa de riesgo de pobreza en Pamplona para mayores de 65 años se sitúa de media en 13,5% con una gran diferencia entre hombres (9,5%) y mujeres (16,3%). Sobre los niveles de calidad de vida se ha estudiado la población atendida por el Servicio de Atención a Domicilio (SAD) y los niveles de dependencia. Los datos de los estudios señalan que el SAD atiende en Pamplona 947 personas, con mayor demanda en Txantrea (140) y Rochapea (132).