El Salón de Recepciones de la Casa Consistorial se ha abierto hoy para recibir a la joven pamplonesa Natalia Quintana Plágaro, campeona de España de Doma Clásica Adaptada. La recepción ha sido presidida por el alcalde, Enrique Maya, que, junto a miembros de la Corporación municipal, han querido bridan este reconocimiento a la trayectoria deportiva de Quintana, que está jalonada de éxitos. En ella han participado también sus padres, entre otros familiares, su entrenador, Nicolás Escott, y el presidente de la Federación Navarra de Hípica, Patxi Jiménez Huarte, además de algunos amigos de la homenajeada.
El pasado mes de junio, esta joven de 26 años se hizo con el primer puesto en la categoría Grado II de Doma Clásica Adaptada en el Campeonato de España celebrado en Segovia, logrando así su octavo campeonato nacional. Ocho oros compartidos con sus caballos, ‘Liguster’ primero y ahora ‘Wallino’.
Quintana comenzó a subir al caballo con once años, precisamente como tratamiento a la parálisis cerebral que le aqueja. Entonces era difícil prever que el tratamiento de esa discapacidad acabaría siendo su puerta para convertirse en deportista de primer nivel. La campeona compagina, además, sus seis horas semanales de entrenamiento con su trabajo como community manager en ASPACE. En su formación académica destacan sus estudios gestión comercial en el Colegio Técnico Carlos III y su formación como coach, utilizando caballos.
Disciplina paralímpica
La Doma Clásica Adaptada, también denominada Doma Paraecuestre, es desde 1996 una disciplina paralímpica. En España, se integró en la Real Federación Hípica Española como una disciplina más en 2009. Al igual que en la Doma Clásica, la Doma Paraecuestre busca lograr la armonía perfecta entre el jinete y el caballo a través de una serie de movimientos prestablecidos en un programa llamado reprise. La diferencia es que, en este caso, los jinetes presentan alguna discapacidad.
Dado que las formas en las que se presenta la discapacidad son múltiples, dentro de esta competición se establecen también distintas categorías o grados, que van del I al VI, de mayor a menor discapacidad. Estar encuadrado en uno u otro grado condiciona el tamaño de la pista y el tipo de programas que debe ejecutar el jinete o la amazona. Natalia Quintana ha obtenido sus medallas en los grados I y II.