Las once escuelas infantiles municipales de Pamplona no han tenido brotes de COVID-19 en este primer trimestre del curso. Los 14 menores y los 7 trabajadores con resultado positivo en COVID-19 han sido contagios externos, tal y como recoge el informe presentado hoy por el concejal delegado de Educación, Participación Ciudadana y Juventud, Fernando Sesma, en la Comisión COVID-19. En otros centros educativos municipales, como la Escuela de Música Joaquín Maya y la Escuela de Arte, tampoco se han producido brotes, aunque ha habido casos positivos entre su alumnado y profesorado.
Cada escuela infantil tiene un plan de contingencia propio, basado en el plan tipo, que ya va por su tercera actualización, aprobado por el organismo autónomo de acuerdo con los protocolos de los departamentos de Salud y Educación del Gobierno de Navarra. Ese plan de cada centro contiene las medidas concretas adoptadas en cada uno de ellos. Las escuelas infantiles municipales son, por tanto, espacios seguros. En estos últimos días, se han iniciado junto al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento las mediciones de CO2 en espacios de las escuelas para compararlas con el exterior del edificio y así comprobar la eficacia de las ventilaciones.
El plan de contingencia recoge en 16 áreas de trabajo las medidas que se implementan en cada escuela infantil. Entre otras medidas, se encuentran el establecimiento de grupos estables de convivencia de los menores con los educadores, el escalonamiento llevado a cabo al inicio del curso o la toma de temperatura a la entrada del centro escolar y la realización de test serológicos al personal educador el comenzar el curso. Además, se ha organizado la actividad de las escuelas, los circuitos y circulaciones de entrada, salida y movimiento interno, la utilización de los medios pedagógicos o la señalización.
Plan de contingencia en la Escuela de Música
Desde finales del pasado mes de septiembre, en que comenzó el curso en la Escuela de Música Joaquín Maya, se han comunicado al centro 32 casos positivos de COVID-19, 30 correspondientes a alumnado, 1 a profesorado y 1 a una persona colaboradora. Por ninguno de esos casos se ha tenido que confinar a alumnado ni los rastreadores se han puesto en contacto con el centro. Únicamente en una ocasión se tuvo que utilizar la denominada ‘sala COVID’, aunque no fue por un caso de esta enfermedad.
La Escuela de Música Joaquín Maya cuenta con más de 900 alumnos y alumnas y un plan de contingencia propio. Además de las mascarillas obligatorias y los geles hidroalcohólicos, se han marcado separaciones entre profesorado y alumnado en las salas de instrumentos, se han indicado recorridos de subida y bajada de las diferentes plantas, así como limitaciones de aforo en las zonas de espera o avisos sobre la prohibición de acceso a los padres y madres. También se prohíbe compartir el material en el desarrollo de clases grupales y solo el profesorado y las personas que trabajan en el centro podrán manipular puertas, ventanas o llaves de luz. En la Escuela de Música se han invertido más de 30.000 euros en las medidas implementadas para minimizar los riesgos de contagio de la COVID-19.
Nula incidencia en la Escuela de Arte
La Escuela de Arte Catalina de Oscáriz cuenta también desde el inicio de curso con una serie de medidas para evitar contagios y mantener la prevención entre su alumnado y su profesorado. Consultado en su momento el Servicio de Prevención del Ayuntamiento de Pamplona, se determinó que no era necesario un plan adicional de contingencia más allá del cumplimiento de las normas que se deben respetar en cada momento en cualquier espacio público. En este trimestre, aunque ha habido un caso conocido, no han sido necesarios confinamientos y ni siquiera las personas rastreadoras se han puesto en contacto con el centro.
La amplitud de las aulas en las que se imparten las clases permite que se pueda respetar una distancia de incluso 2 metros entre el alumnado. Son espacios, además, con entrada independiente y posibilidad de ventilación natural, a los que se ha dotado de gel hidroalcohólico y jabón virucida para los materiales. El alumnado debe llevar mascarilla de forma obligatoria durante toda la clase y limpiar todo lo que utilicen, como el caballete y la banqueta, y que se vaya a usar posteriormente. Cada persona tiene un espacio propio para dejar sus pertenencias, incluso la bata que utilizan en clase.