La Casa de la Juventud ha llevado a cabo en las últimas semanas una serie de trabajos encaminados a mejorar la eficiencia energética de este inmueble de la década de 1960. En total, se han realizado cuatro obras menores, con un coste de 50.000 euros. La mayor parte de este presupuesto se ha destinado a sustituir las carpinterías exteriores que aún no habían sido renovadas. Las obras se han centrado en 15 huecos de ventana, que a partir de ahora serán de aluminio verde y correderas. Con esta intervención, que ha tenido un coste de 27.317 euros, la Casa de la Juventud da por renovadas todas sus ventanas.
Ésta no ha sido la única obra de mejora a la que se ha sometido el inmueble en aras de mejorar la eficiencia energética y el confort de los usuarios a este servicio municipal. En concreto, se ha instalado una doble puerta corredera automática en la entrada del edificio, con un coste de 13.791 euros. Esta reforma ha ido acompañada, además, por la instalación de una cortina de aire, para adecuar la temperatura del interior del edificio ya desde los accesos. La cortina ha supuesto una inversión de 5.257 euros.
Por último, se han llevado a cabo una serie de trabajos en la cubierta del inmueble, con el objetivo de colocar una barrera metálica que albergará las unidades externas de climatización que se prevé instalar en la Casa de la Juventud. Estas labores han supuesto una inversión de 3.664 euros.
Todas estas intervenciones se han realizado con carácter previo a los trabajos de climatización que se van a ejecutar a lo largo de 2020, y que darán continuidad a los realizados hasta la fecha. De hecho, la orientación de este edificio, con amplios ventanales hacia el sur, hace que la temperatura interior sea especialmente alta en los meses de finales de primavera y verano. Es por ello que poco a poco se han ido instalando sistemas de climatización en las zonas más afectadas, trabajos que continuarán este año.
Un edificio de premio
La Casa de la Juventud de Pamplona, ubicada en la calle Sangüesa, es un edificio de premio. Es la primera construcción realizada en España que nació con el propósito de convertirse en Casa de la Juventud. Algo rompedor en aquel momento y que se hizo siguiendo los pasos de Francia. El edificio, obra de los arquitectos Estanislao de la Quadra-Salcedo y J. Capdevila, se construyó en 1966. Propiedad del Gobierno de Navarra, el inmueble se ha cedido al Ayuntamiento a través de un convenio, renovado en 2016 para los próximos 30 años. Hace ahora siete años, la Casa de la Juventud fue reconocida por la fundación DOCOMOMO Ibérico, por su contribución a la arquitectura del siglo XX.
La Casa celebró el pasado mes de octubre sus 50 años de funcionamiento, en una celebración que hizo un recorrido por las cinco décadas de servicio y apoyo a la juventud de Pamplona, en particular, y de Navarra en general. Este espacio, punto de reunión de los jóvenes, ofrece una gran variedad de propuestas lúdicas, formativas y sociales, que han ido evolucionando con el paso de los tiempos. Sus servicios recibieron en 2018 más de 96.800 usuarios y la casa programó 279 cursos, talleres, exposiciones y actos diversos.