La Junta de Gobierno Local ha aprobado esta mañana el proyecto de presupuestos del Ayuntamiento de Pamplona para 2023, que asciende a 259 millones de euros. Con un volumen inversor de 36,9 millones de euros, la ciudad plantea este presupuesto como un motor para el impulso de la actividad económica, el empleo y el desarrollo sostenible, así como generador de protección social a los colectivos más vulnerables.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y la concejala delegada de Servicios Generales, María Echávarri, han presentado hoy en rueda de prensa las principales líneas del proyecto de presupuestos, que ahora entrará en fase de negociación para tratar de buscar el consenso para su aprobación por el Pleno. Los presupuestos contienen inversiones en rehabilitación urbana, movilidad y seguridad vial, y sostenibilidad. Además, apuestan por el enfoque social en el desarrollo urbanístico, con proyectos de reurbanización y regeneración del espacio urbano, el apoyo a la rehabilitación urbana y las inversiones vinculadas a servicios públicos educativos, deportivos, culturales, sanitarios y sociales.
El diseño de los presupuestos se ha visto marcado por la derogación de la Carta de Capitalidad de Pamplona por parte del Gobierno de Navarra. De hecho, en marzo se aprobó el nuevo modelo de financiación local de participación en los tributos forales, que ha supuesto una reducción de ingresos para la ciudad de en torno a 5,5 millones de euros en 2022, y de otros 11 en 2023. Otro condicionante externo es el incremento de los costes relacionados con la prestación de servicios municipales, como las retribuciones del personal interno y externo, pensiones, y, sobre todo, los costes energéticos.
Al igual que en el ejercicio anterior, en la elaboración del proyecto de presupuestos también se ha tenido en cuenta a congelación de tipos y tarifas municipales, pese al incremento del IPC, para no incrementar la presión fiscal que ya sufre la ciudadanía. Sí se ha recuperado, en cambio, el ingreso de la tasa por instalación de terrazas, que permaneció en suspenso durante tres años para apoyar la actividad de la hostelería, uno de los motores de actividad económica y empleo de la ciudad, durante la pandemia del COVID-19. Asimismo, se mantiene la gratuidad del servicio de escuelas infantiles.
De los 259 millones de euros de gasto previsto, un total de 214,8 millones se corresponden con gastos de funcionamiento (frente a 205 de las previsiones del proyecto de 2022): 105,9 son gastos de personal; 82,5 millones son compras de bienes y servicios (gastos de las áreas municipales); y 26,4 corresponden a transferencias corrientes. La carga financiera de intereses y amortizaciones de préstamos supone 7 millones, 0,4 de activos financieros y 36,9 millones de euros de inversiones (propias y transferencias de capital).
Sobre todo, gasto social
Atendiendo a la finalidad, más de uno de cada diez euros del proyecto del presupuesto municipal se destina a gasto de carácter social. Así, incluido el gasto de personal, se prevé destinar 91,5 millones a servicios sociales, desarrollo comunitario, educación y pensiones, entre otros. Por su parte, para urbanismo y conservación se destinarán 44,3 millones, lo que representa el 20,6% del presupuesto; seguido de seguridad ciudadana, para lo que hay previstos 40 millones (un 18,7%), que servirán para hacer frente a los gastos de policía, tráfico, aparcamiento regulado y protección civil.
En los 105,9 millones de euros de gasto de personas se incluye, por un lado, el incremento salarial del 3%, y, por otro, las partidas correspondientes a contrataciones temporales, como empleo social, escuela taller o protección civil durante los Sanfermines. Asimismo, 4,9 millones corresponden al coste de personal del Servicio de Atención a Domicilio, en cumplimiento del auto judicial, que obliga al Consistorio a incorporar, provisionalmente, como propia parte de la plantilla de la sociedad municipal SAD Pamplona, creada en 2021. En este sentido, se reduce la aportación a la sociedad, que será en 2023 de 1,6 millones.
Otra parte importante del presupuesto municipal corresponde a gastos en bienes y servicio, que asciende hasta los 82,5 millones. Solo en energía (gas y electricidad) se han previsto 11,8 millones de euros, cifra que duplica el presupuesto inicial de 2022 y que también tuvo que ser ampliado para hacer frente al encarecimiento de los costes, en una tendencia iniciada en el último trimestre de 2021 y agravada en 2022 por la guerra de Ucrania. Infraestructuras culturales, colegios e instalaciones deportivas incrementan sus costes energéticos de manera destacada.
En lo que se refiere a transferencias corrientes, el Ayuntamiento prevé 26,4 millones que servirán para hacer frente a varios compromisos e iniciativas. Así, se incrementará en 1,5 millones la financiación del déficit de las escuelas infantiles, hasta alcanzar los 10 millones, para hacer frente a la decisión municipal de implantar la gratuidad de la escolaridad en el ciclo 0-3 años en 2023, entre otras actuaciones. De hecho, también se hará frente así al incremento de costes salariales y al coste para el año completo de la escuela infantil de Lezkairu, que entró en funcionamiento este pasado mes de agosto.
Por otro lado, se incrementará el crédito para la convocatoria de ayudas a asociaciones de comerciantes, que pasará a ser de 250.000 euros, y se mantienen las ayudas sociales actuales. Además, la aportación municipal a la cooperación al desarrollo se cuantifica en casi 1,6 millones de euros, y supone el 0,7% de los ingresos corrientes.
Un elemento diferenciador de este Presupuesto de 2023 es la inclusión de proyectos financiados con los fondos europeos Next Generation EU, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). El programa de turismo se potencia especialmente en 2023, para acometer las actuaciones integradas en el proyecto SF365 (Turismo sostenible en destino), financiado con dichos fondos europeos, vinculados a un convenio firmado con Gobierno de Navarra. También la Oficina Estratégica aumenta su presupuesto para redactar proyectos vinculados al desarrollo de la Agenda Urbana 2030 y los financiados con los fondos europeos Next Generation.
El área de Servicios Sociales mantiene las partidas de ayudas de emergencia y aumenta las previsiones vinculadas a los contratos de prestación de servicios de atención a la mujer y a la infancia, para asumir el incremento salarial derivado de los convenios del sector. Y Acción Comunitaria contempla créditos para el servicio de Coworkids, y otros programas, como el envejecimiento activo y el nuevo programa de voluntariado puesto en marcha en 2022.
Inversiones por valor de 36,9 millones
El proyecto de presupuestos recoge un esfuerzo inversor que se eleva hasta los 36,9 millones de euros para afrontar proyectos relacionados con infraestructuras, urbanismo, vivienda y sostenibilidad, así como el desarrollo de proyectos tecnológicos y de promoción de la actividad económica.
El grueso de esos 36,9 millones se prevé destinar a infraestructuras y equipamientos públicos. Según el proyecto de presupuestos aprobado hoy, serían necesarios alrededor de 19,3 millones para llevar a cabo una quincena de iniciativas. El nuevo polideportivo de Buztintxuri acapara buena parte del presupuesto, con 6,4 millones, que se suman a los 6,2 ya presupuestados para el nuevo Civivox del Ensanche, que se levantará en el solar de Salesianos. A ello se suman inversiones en escuelas infantiles, por un importe de 700.000 euros para reformas y equipamiento; y en colegios como CPEIP Azpilagaña, CPEIP San Francisco y CPEIP Nicasio Landa, por 640.000 euros.
Otros 7,8 millones se destinarían a obras de reurbanización y regeneración urbana. Aquí se incluye el último gasto de la reurbanización del barrio de Milagrosa, con el nuevo eje peatonal de Manuel de Falla, del que en 2023 habría que abonar 1,2 millones. A esto se suman 2,1 millones para la reurbanización del parque de Trinitarios; 1,3 millones de euros para el ecoparque de Aranzadi y 0,5 millones para iniciar la siguiente fase del parque de la Txantrea. Asimismo, se prevé destinar más de 0,6 millones para paliar los efectos de las inundaciones sobre todo el barrio de Rochapea, principalmente en subvenciones a particulares afectados por las últimas riadas y en construir un nuevo colector en Errotazar, entre otras actuaciones.
Para vivienda, el Consistorio prevé destinar 4,3 millones de euros de los presupuestos del próximo año, de los que 2,6 millones corresponden a subvenciones a la rehabilitación y convenios para mejorar viviendas de zonas degradadas de la ciudad. Además, dentro del proyecto OpenLab, se quiere destinar 1,4 millones a rehabilitación de un bloque municipal de viviendas en San Pedro con criterios de eficiencia energética.
El apartado de inversiones incluye dos millones para el desarrollo del proyecto de turismo sostenible SF365, que cuenta con financiación europea; otros dos millones para digitalización de la Administración y otros 1,5 millones en movilidad sostenible y seguridad. Con esos 1,5 millones, se prevé sufragar las intervenciones para lograr entornos seguros para peatones, tanto en espacios escolares como en centros de salud y Civivox de la ciudad y acciones de calmado de tráfico (800.000 euros); y seguir desarrollando la red de carriles bici de Pamplona, en Miluce y Vuelta del Castillo, entre otros.
Presupuestos de las entidades dependientes
El proyecto aprobado contiene no solo el presupuesto del Ayuntamiento, sino el de todas las entidades que integran el presupuesto consolidado, que asciende a 271 millones. 259,1 millones corresponden al Ayuntamiento, 13,7 millones a Gerencia de Urbanismo, 11,9 millones a Escuelas infantiles, 1,8 millones a la sociedad para la gestión del SAD, 1,8 millones a Pamplona Centro Histórico, y 0,5 millones a Comiruña. Además, la Fundación Gayarre tiene un presupuesto de 2,4 millones de euros. Y las sociedades Animsa y Mercairuña se incorporan como anexos.
Ingresos corrientes de 221,9 millones
La congelación de las tasas y precios públicos y medidas como la gratuidad de escuelas infantiles y la recuperación de la tasa por implantación de terrazas de hostelería en la vía pública marcan la previsión de ingresos para el año que viene. El Ayuntamiento de Pamplona ha mantenido en este proyecto de presupuesto para 2023 criterios enfocados a la búsqueda del equilibrio entre las ventajas que se derivan de la suspensión de las reglas fiscales determinada por el Gobierno de España y el compromiso con la sostenibilidad financiera municipal.
Los ingresos corrientes previstos ascienden a 221,9 millones de euros. Reflejan un incremento de recaudación prevista para impuestos por el avance de los nuevos desarrollos urbanos (incremento de contribución, plusvalía y del ICIO); incremento de las tarifas de vehículos. En el capítulo de tasas una de las partidas que más incrementa en términos relativos es la tasa del 1,5% que pagan las empresas explotadoras de suministros. Las tasas de zona azul y las multas son las partidas más cuantiosas. En la primera de ellas, la previsión es de 15 millones de euros, mientras que, en lo referente a multas y sanciones, la cifra estimada ronda los 7 millones.
En el capítulo de transferencias corrientes la financiación procedente del Fondo de Haciendas Locales, la partida más relevante, se incrementa en 4,3 millones respecto de lo cobrado en 2022, ya que el incremento del Fondo total en un 12,2 % implicará que Pamplona salga del escenario de garantía. Este es el primer presupuesto que contempla el nuevo modelo de financiación tras la derogación de la Carta de Capitalidad.
Además, la previsión es que Pamplona reciba 3.292.475 euros como subvención de los fondos europeos de recuperación Next Generation EU, para subvenciones comprometidas y no cobradas en su totalidad de forma anticipada. Se han incluido las vinculadas a inversiones de digitalización, tanto de medios internos como del sistema de control de Zona de Bajas Emisiones; reurbanización en Trinitarios (fin de la primera fase y ascensor e inicio de la segunda fase) y proyecto RUNA 2025.
De cumplirse las estimaciones marcadas en este proyecto de presupuestos, el sector público local cerraría 2023 con una deuda viva de 60 millones de euros, de los que 54,9 corresponderían al Ayuntamiento, mientras que algo más de cinco millones corresponden al resto de entidades municipales.