El pasado fin de semana, del 5 al 8 de septiembre, se celebró en Madrid la IV Cumbre Juvenil Antirrumores con la presencia de un grupo de catorce jóvenes de Pamplona. Estas cumbres se vienen celebrando desde el año 2016 y en ellas se trata de reflexionar, debatir y buscar estrategias encaminadas a favorecer una sociedad sin estereotipos y libre de prejuicios.
La delegación pamplonesa estaba conformada por jóvenes que pertenecen a asociaciones que ya están trabajando la Estrategia Antirrumores. Muchas de ellas pertenecen a Zaska, la Red Antirrumores de Navarra compuesta por alrededor de 30 entidades. Buena parte de esos jóvenes han formado parte del Grupo Juvenil Antirrumores creado en 2017 tras la primera cumbre a la que acudió representación de Pamplona, que tiene como propósito crear y consolidar una red de jóvenes comprometidos con los valores de la interculturalidad, de la integración ciudadana y de la lucha contra la discriminación. Este grupo ha impartido formaciones en sus entornos más cercanos para difundir la estrategia en asociaciones, centros educativos... El Grupo Juvenil Antirrumores está promovido desde las áreas de Acción Comunitaria y de Juventud.
Este año la temática ha girado en torno a los juegos de escapismo (Escape Room, Break Out) y se han realizado actividades para fomentar la creatividad y experimentar este tipo de juegos. Las personas asistentes han creado sus propios juegos, que se materializarán en un kit de escape room antirrumores que ha organización entregará a cada una de las ciudades participantes con la idea de que puedan ponerlo en práctica con la juventud de su localidad. En la cumbre de Madrid, organizada con la colaboración del Consejo de la Juventud de Madrid, han participado 47 personas de entre 13 y 20 años de diferentes ciudades del país.
La estrategia antirrumores busca detectar y desactivar rumores habiendo hincapié en discursos alternativos en pro de la diversidad cultural y la cohesión social. Tiene su origen en 2010 cuando el Ayuntamiento de Barcelona impulsó una estrategia para contrarrestar los rumores negativos sobre la diversidad cultural y, de esta manera, prevenir la discriminación, el racismo y la xenofobia al abordar la convivencia en la diversidad como un valor en sí mismo. El impacto que tuvo esta estrategia tanto a nivel local como internacional puso de relieve la importancia de abordar esta realidad desde el ámbito local a partir de enfoques y metodologías innovadoras. Desde entonces, esta práctica se ha puesta en marcha en diferentes ciudades como Sabadell, Getxo, Fuenlabrada, Cartagena, Bilbao, Barakaldo, Logroño, San Sebastián, Tenerife o Pamplona.