LA CIUDAD

El término municipal de Pamplona cuenta con una superficie de 23,55 kilómetros cuadrados en los que habitan casi 200.000 personas. Gran parte de la ciudad se ubica en una meseta, con una altura aproximada de 449 metros sobre el nivel del mar. Tres ríos recorren Pamplona: el río Arga, que vertebra el norte y transcurre por los barrios de Chantrea, Rochapea y San Jorge; y los ríos Sadar y Elorz, al sur de la ciudad. Pamplona y su comarca se encuentran en un cinturón montañoso con cotas que no superan los mil metros de altitud en montes cercanos como San Cristóbal (892 metros), Tajonar (668 metros) o Badostáin (590 metros).

Según un estudio hecho público en 2012 por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Pamplona es la ciudad con mejor calidad de vida de España. La capital navarra obtiene una nota de 6,2 sobre 10 y consigue la mejor valoración en aspectos como sanidad, educación, seguridad, limpieza, transporte o acceso al mercado laboral.

El estudio se realiza sobre una muestra de 19.241 personas de diferentes países (Italia, Bélgica, Portugal y Brasil), de las que 5.416 son españolas. La encuesta evalúa 126 ciudades, 30 de ellas españolas, de todas las autonomías y elegidas por su número de habitantes. Tras Pamplona las ciudades que mejor nota obtienen son Vitoria (5,8), Gijón (5,7), Bilbao y Logroño (5,6) y Albacete y Oviedo (5,5). La encuesta aborda otros aspectos más específicos con los que se barema la calidad de vida en una ciudad. Pamplona, por ejemplo, se sitúa como la mejor ciudad española para intentar buscar trabajo, por delante de Vitoria, Logroño y Bilbao. La capital navarra es también la mejor en educación y en sanidad. En este último aspecto se sitúa como la 7º en el ranking de las más de 120 ciudades de todo el mundo que valora el estudio. Pamplona aparece, asimismo, como la ciudad más segura de España, seguida de Oviedo, Santander, Gijón y Logroño; y la que tiene un mejor transporte. Además encabeza otras valoraciones como la ciudad más limpia y la que tiene un mejor paisaje urbano, en ambas por encima de Vitoria. Pamplona ocupa el tercer puesto en transparencia de la administración por detrás de Bilbao y Gijón.

Ciudad verde. Los parques y jardines ocupan en Pamplona cerca de un 20% de la superficie de la ciudad. Hay más de 250 especies arbóreas diferentes repartidas a lo largo del parque fluvial del Arga, la Ciudadela y Vuelta del Castillo, Mendillorri, el parque de la Taconera, Yamaguchi, las universidades o Buztintxuri.

Además, Pamplona es una ciudad comprometida con el desarrollo sostenible. Así lo demuestran iniciativas como la adecuación del paseo del Arga, la instalación de paneles fotovoltaicos en los colegios, el servicio municipal de alquiler de bicicletas, el alumbrado público de bajo consumo, el carril-bici, la instalación de pavimento con asfalto de neumáticos reciclados o la participación en el proyecto europeo ‘Engage (Compromiso)’, junto a otras once ciudades europeas, para reducir las emisiones de CO2.

Ciudad universitaria. Pamplona cuenta con tres centros universitarios, que la convierten en una de las ciudades referencia en estudios superiores. La Universidad de Navarra se fundó en los años 50, la Universidad Nacional de Educación a Distancia en 1973 y la Universidad Pública de Navarra comenzó su andadura en 1987. Los tres centros acogen en 2012 alrededor de 20.000 universitarios.

La actividad académica en estos centros propicia la celebración en la ciudad de congresos, reuniones, conferencias, encuentros científicos y jornadas en las que expertos nacionales e internacionales en las diferentes materias exponen sus investigaciones, sus experiencias y sus opiniones.

Ciudad de vanguardia en materia sanitaria. La cualificación del personal sanitario y el equipamiento de los hospitales convierten a Pamplona en una referencia nacional. El Complejo Hospitalario de Navarra, que aúna los servicios públicos sanitarios, realiza intervenciones quirúrgicas de vanguardia y en su recinto se encuentra el Centro de Transfusión Sanguínea de Navarra, que provee a los centros hospitalarios de la Comunidad Foral.

La Clínica Universidad de Navarra goza de prestigio internacional y es pionera en avances médicos. Además, el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) aproxima la investigación a la aplicación clínica y colabora con la industria farmacéutica en el desarrollo de nuevos medicamentos.

Ciudad solidaria. La atención a los más necesitados se canaliza a través de una red de unidades de barrio distribuidas por todos los barrios de la ciudad. Desde allí se presta ayuda a aquellas personas que, por circunstancias personales, familiares o sociales precisan atención específica. Además, el Ayuntamiento dispone de recursos como el Centro de Atención a Personas Sin Hogar en la zona de Trinitarios, los apartamentos tutelados, el servicio de atención domiciliaria y otros, para apoyar a algunos colectivos especialmente necesitados como los “sin techo”, los mayores que viven solos, los inmigrantes o las personas con discapacidad.

El Ayuntamiento destina 1,5 millones de euros en 2012 a cooperación al desarrollo a través de cuatro convocatorias de subvenciones dirigidas a Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo, que apoyan proyectos de desarrollo humano en los llamados países del sur y también para proyectos de educación y sensibilización en la propia ciudad de Pamplona.

Ciudad acogedora. Pamplona roza, pero no alcanza, los 200.000 habitantes. Por primera vez desde el año 2000, en el que el Ayuntamiento de Pamplona elabora informes semestrales de inmigración, el número de empadronados en la ciudad nacidos en el extranjero desciende. Según recoge el XXI Informe de Inmigración, en diciembre de 2012 Pamplona cuenta con 33.865 personas empadronadas nacidas en el extranjero, un 17,1% de la población, mientras que un año antes esa cifra era de 34.677 personas, 812 más, y un 17,4% del total de habitantes. También desciende en el último año en 1.244 personas el número de inmigrantes, situándose la cifra en 23.964, un 12,1% de la población (no todos los nacidos en el extranjero son considerados inmigrantes ya que pueden tener doble nacionalidad, haber nacido en el extranjero de padres de Pamplona...)

En Pamplona conviven personas de 130 nacionalidades. Los búlgaros y los rumanos, con 3.155 y 2.476 empadronados, respectivamente, son los países que más extranjeros aportan. Los bolivianos ocupan el tercer lugar seguidos de ecuatorianos, portugueses, marroquíes, colombianos y peruanos. Estas ocho nacionalidades superan las mil personas en Pamplona y suponen un 57,3% de la población extranjera de la ciudad.

Ciudad cultural. Pamplona cuenta con más de 130 instalaciones públicas y privadas en las que se lleva a cabo una variada oferta cultural, de ocio y de tiempo libre. Tres hitos marcan el carácter cultural de la ciudad: las fiestas de San Fermín, el Camino de Santiago y el patrimonio (murallas, Ciudadela, Casco Antiguo) vinculado a la historia de Pamplona como ciudad medieval y como capital del reino de Navarra.

Los Sanfermines colocan a Pamplona como epicentro mundial del 6 al 14 de julio, sobre todo con los encierros, pero también con la alegría y algarabía de las fiestas. Miles de visitantes se acercan a la ciudad para disfrutar con los pamploneses de nueve días teñidos de blanco y rojo. Pamplona es también ‘la primera del Camino’, de la ruta peregrina a Compostela. Un título merecido tras muchos siglos de acogida de peregrinos en su camino jacobeo. Albergues como el de Jesús y María en el que descansan los peregrinos, una ruta marcada en la ciudad por la estrella jacobea desde la Magdalena hasta la salida por la Universidad de Navarra e hitos en forma de iglesias, parques, murallas y rincones de Pamplona por lo que han pasado los penitentes en su camino a Santiago. Una historia esta que se entrelaza con la del devenir histórico de una ciudad, que fue reino, capital de reino, capital de provincia y capital de comunidad autónoma. Una historia que se remonta a antes de Cristo y que ha visto pasar los siglos adaptándose a los tiempos, uniendo sus burgos, defendiéndose con sus murallas y su Ciudadela, abriéndose a los nuevos barrios y expandiéndose en nuevos desarrollos urbanísticos.

Premio Europa Nostra

Pamplona recibe en 2012 el premio internacional Unión Europea de Patrimonio Cultural / Premio Europa Nostra en la categoría de Conservación, por la labor realizada en las fortificaciones de la ciudad a lo largo de los últimos años. El jurado destaca “la restauración de las Fortificaciones de Pamplona, uno de los enclaves y ciudadelas fortificadas mejor conservadas de Europa”, así como el hecho de que “desde 2006 el Ayuntamiento de la ciudad haya promovido un importante plan de acción para la restauración de las murallas, su apertura al público y la puesta en valor de su entorno como un espacio recreativo de carácter cultural y natural”. El alcalde Pamplona, Enrique Maya, acude a Lisboa (Portugal) donde recibe el premio de manos José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, la comisaria europea de Educación, Cultura, Multilingüismo y Juventud, Androulla Vassiliou, y el tenor español Plácido Domingo, presidente de Europa Nostra. Las fortificaciones de Pamplona logran también el premio especial del público, premio que se instaura por primera vez este año y que otorgan los ciudadanos a través de una votación popular on-line a través de la página web de Europa Nostra.

El conjunto fortificado de Pamplona, construido entre los siglos XVI y XVIII, es uno de los recintos abaluartados mejor conservados de toda Europa. Su ocaso se produjo en el siglo XIX, debido a su ineficacia frente los avances de la artillería y al gran crecimiento demográfico, que exigía una ampliación de la trama urbana. Pamplona celebró como un gran acontecimiento el derribo de parte de sus murallas, de 1915 a 1921. La pérdida de su función defensiva llevó a que no fueran prioritarias sus labores de conservación y mantenimiento. Esto originó el deterioro evolutivo de sus lienzos tanto por acumulación de suciedad como por el enraizamiento de gran cantidad de vegetación entre sus sillares.

Durante la última década el Ayuntamiento ha promovido un importante plan de actuación para la recuperación de todo el recinto fortificado y la mejora de su entorno. La muralla de Pamplona, en su día barrera por su función defensiva, es en la actualidad un lugar de esparcimiento y elemento de integración del patrimonio cultural y medioambiental de Pamplona. El plan está diseñado sobre tres ejes principales. El primero, dirigido a realizar las actuaciones específicas de conservación y restauración del bien material. El segundo, a llevar a cabo mejoras funcionales del entorno en parámetros como vivienda, dotaciones, espacios públicos y movilidad-accesibilidad. Y el tercero, centrado en la dinamización del propio recinto amurallado con el objeto de divulgar sus valores históricos y arquitectónicos.

Europa Nostra es una ONG paneuropea que actúa como “la voz del patrimonio cultural”. Reúne a doscientas cincuenta organizaciones no gubernamentales de más de cincuenta países europeos, alcanzando un mínimo de cinco millones de ciudadanos afiliados. Cuenta, además, con el apoyo de más de ciento cincuenta entidades públicas y corporaciones asociadas y más de mil quinientos miembros individuales. Su extensa red de profesionales y voluntarios se dedica con entrega a la salvaguardia del patrimonio cultural europeo para las generaciones del presente y del futuro. El premio para las fortificaciones de Pamplona es seleccionado entre 226 proyectos de 31 países distintos.