San Fermín para foodies

Uno de los platos fuertes de las fiestas de San Fermín y uno de los mejores planes es degustar la excelente gastronomía de Pamplona. Centenares de bares y restaurantes ofrecen todo tipo de pinchos y otros platos típicos de la zona con una extensa variedad de bebidas. Comer en San Fermín es realmente un placer, también por su buen ambiente. 

Durante las fiestas el abanico de posibilidades culinarias es amplio, pudiendo comer en restaurantes con estrella Michelín o "bocatas" en la mayor parte de los bares que salpican la ciudad. Los 9 días de fiestas dan opción a probar todas las variedades y se adaptan así, a las necesidades de todo el público.

Una de las tradiciones culinarias más comunes de San Fermín es desayunar churros con chocolate. En el Casco Antiguo hay varios establecimientos tradicionales que preparan este desayuno. A media mañana llega la hora del almuerzo, una comida muy típica de la zona. Durante San Fermín hay que diferenciar el ‘almuercico’ del día 6 antes del Chupinazo del resto de los días, ya que es costumbre juntarse en familia y cuadrilla para comenzar las fiestas con energía. Lo más habitual para almorzar es unos “huevos con”, que son huevos fritos acompañados con tomate y jamón, txistorra, o panceta. 

En la hora de la comida las cocinas de los restaurantes se esmeran en platos tradicionales con ingredientes típicos, pero con elaboración moderna. Entre los platos típicos de Navarra están el bacalao al ajoarriero o el cordero al chilindrón. También son típicas las mejores carnes a la brasa y las más deliciosas verduras que la huerta navarra ofrece. Además, el rabo de toro estofado es un plato muy sanferminero que encontrarás en la mayoría de las cartas. Y para acompañar estos platos, nada mejor que con un buen vino navarro. Otra opción es la sidra, fresca y con un punto de acidez. Para terminar, en la sobremesa no puede faltar el digestivo navarro por excelencia, el pacharán.

Otro clásico sanferminero, como los almuerzos, son las meriendas en los toros. Aquí no hay normas: cualquier plato que la mente alcance a imaginar tiene cabida en esta peculiar comilona que para muchos es la única del día. Para las personas que no asisten a la plaza de toros, la alternativa son los bares de pinchos, para degustar el frito de huevo o de pimiento, el revuelto de hongos, la tortilla de patata o la tradicional croqueta.

Para la última comida del día, la cena, lo habitual es pedir un 'bocata' dejar descansar el cuerpo mientras se disfruta de los fuegos artificiales. Otra opción es acercarse a las barracas, a Antoniutti o a las casas regionales en el Bosquecillo, donde también hay restaurantes con tapas y bocadillos.

Finalmente, para los que la jornada se les ha alargado más de la cuenta, no hay mejor manera que tomar un buen caldico caliente, para que se asiente el estómago.