HISTORIA
El Camino Inglés nació en la Edad Media por tratarse de un punto estratégico para el transporte comercial y de pasajeros que permitía a los peregrinos del norte de Europa embarcar en navíos con la intención de visitar Santiago de Compostela. Muchos de estos peregrinos provenían de puertos ingleses dando origen al nombre de este camino. A mediados del siglo XIV gracias a las corrientes comerciales del momento, fue cuando comenzó el auge de la peregrinación entre los navegantes.
En el siglo XIX había quedado ya en el olvido pero durante los años noventa del siglo XX diversas entidades culturales y amigos del Camino revitalizaron esta ruta. Se estudió su trazado, se colocó la señalización y comenzaron a abrir los primeros albergues.
NOTAS PARA EL PEREGRINO
Ambos ramales están bien señalizados gracias a las flechas amarillas y los habituales mojones bien ubicados.
Gracias al crecimiento que está experimentando esta ruta el número de albergues se ha multiplicado en los últimos años. Hay además un gran número de alojamientos convencionales a lo largo del recorrido.
Se trata de una ruta de dificultad media en comparación con el resto de los caminos y es apta para realizarla en bicicleta BTT.