El Bar Txoko y Hemingway

“Nuestra vida pública se desarrollaba en el bar Choko bajo las arcadas, junto al hotel que años atrás poseía Juanito Quintana”. En 1959, en su última visita a Pamplona y a los Sanfermines, Hemingway vuelve a sentirse como en la década de los años 1920: “Al darme cuenta de que no habían alterado el paisaje y que podía compartirlo con quienes me acompañaban, me sentí más feliz que nunca y yo no me importaban ni las aglomeraciones ni la modernización de Pamplona”.

Estas impresiones las plasma Hemingway en ‘El Verano Peligroso’, libro en el que explica que muchas mañanas de los Sanfermines de 1959 desayunaban en el bar ‘Choko’. Mary Welsh en su libro ‘How it was’ también relata que en 1959 su bar de cabecera es el ‘Choko’. De hecho, quedan en él con Valerie Danby-Smith el 6 de julio de 1959.

Valerie Danby-Smith, que era en 1959 la secretaria de Hemingway y que posteriormente se casó con el tercer hijo del escritor, explica en el libro ‘Correr con los toros, mis años con los Hemingway’ que llega a Pamplona el 6 de julio de 1959 y la dueña de la pensión en la que se aloja le dice que “los señores Hemingway le esperan en el bar Choko para tomar algo a las ocho”. Valerie dice que “el Choko estaba en una esquina de la plaza del Castillo. La primera noche de la feria tomamos parte en los bailes de la plaza, al rítmico compás del Riau-Riau y de la música folclórica vasca, sumándonos a voz en cuello a los cantos y las risas. Nunca había visto una alegría tan desaforada”. 

El bar Choko, nombre con el que se le conocía entonces, había abierto sus puertas a principios de la década de 1930.