Glosario h - m

Hierro colado: Metal obtenido en el cubilote por fusión del arrabio.

Hornabeque: Fortificación exterior que se compone de dos medios baluartes trabados con una cortina. Sirve para lo mismo que las tenazas, pero es más fuerte, por defender los flancos mutuamente sus caras y la cortina. Solía disponerse un revellín delante de su cortina.

Hornillo: Concavidad que se hace en la mina, base de los puentes, etc. donde se mete la pólvora para producir una voladura. Cajón lleno de pólvora o bombas, que se entierran debajo de algunos de los trabajos, al cual se pega fuego cuando el enemigo se ha hecho dueño del sitio en que está enterrado.

Horquilla: Pie para apoyar las armas de fuego.

Joya: Adorno de los cañones antiguos que servía como referencia en las labores de puntería para acertar el blanco.

Juego de armas: Elementos accesorios de una Batería de Artillería.

Ladronera: Pequeña obra voladiza con parapeto y suelo aspillerado, en un muro o en una torre, para el control de la vertical de una puerta, esquina o punto vulnerable situado a su pie.

Libra: Peso antiguo de Castilla, dividido en 16 onzas y equivalente a 460 g. En Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia tenía 12 onzas, 17 en las Provincias Vascongadas y 20 en Galicia, y además las onzas eran desiguales, según los pueblos.

Lienzo: Porción de la muralla que media entre dos torres consecutivas o entre dos bastiones.

Liza: El espacio que media entre el antemuro o barrera y el castillo.

Llave: Mecanismo de las armas portátiles que sirve para dispararlas.

Llave de chispa: La que determina la explosión de la pólvora, inflamando una pequeña cantidad de ella, puesta en la cazoleta, con las chispas resultantes del choque de la piedra, sujeta al pie del gato, contra el rastrillo acerado que tiene al efecto.

Llave de rueda: La que determina la explosión de la pólvora por medio de una cápsula fulminante que se inflama al golpe de un martillo pequeño, que sustituye al pie de gato de las armas de chispa.

Luneta: Baluarte pequeño y por lo común aislado. Era habitual que protegiera y reforzara la defensa de ángulos de revellines y bastiones.

Macho: Voz popular para designar a la torre del homenaje.

Mampostería: Sistema tradicional de construcción consistente en la colocación manual de piedras sin que estén especialmente trabajadas (mampuestos) unidas entre ellas con mortero de cal y canto. Para facilitar su asiento se colocan entre ellas unas piedras pequeñas en forma de cuña llamadas ripios. Con esta técnica existen numerosos muros y paramentos. Las piedras más voluminosas se utilizan en los basamentos o partes bajas de los muros. Algunas veces las dos caras son diferentes siendo la exterior la más trabajada. En fortificación moderna se utilizan para construir los muros de la gola de los revellines, contraguardias, etc., es decir, los que no están expuestos directamente al ataque del enemigo.

Manga: Pasadizo abovedado construido en el grosor de la muralla por encima del nivel del suelo y dotado de saeteras. Facilitaba las comunicaciones rápidas y discretas por el perímetro de la fortificación.

Mantelete: Batiente de madera y/o metal que cubre las almenas a voluntad de los defensores, basculando entre dos merlones contiguos.

Matacán: Obra voladiza en lo alto de un muro, de una torre o de una puerta fortificada, con parapeto y con suelo aspillerado, para observar y hostilizar al enemigo dominando la vertical.

Mazmorra: Prisión subterránea destinada a hacer pagar con la falta de libertad o incluso la muerte por abandono (casos de asesinato, especialmente). Se construían en la parte más sobria y húmeda del castillo cercada de gruesos barrotes.

Mechinal: Agujeros que aparecen en los muros y que servían para alojar los maderos horizontales del andamiaje de construcción o las vigas de los pisos.

Medialuna: Véase revellín.

Ménsula: Miembro de arquitectura perfilado con diversas molduras, que sobresale de un plano vertical y sirve para recibir o sostener algo.

Merlón: Cada uno de los trozos de parapeto que hay entre cañonera y cañonera. Tramo macizo del antepecho entre dos almenas para protección del defensor en el adarve o las torres. Acostumbraba a aparecer perforado por aspilleras, soportando en ocasiones las ranguas para el basculamiento de manteletes.

Metralla: Munición menuda con que se cargan las piezas de artillería, y suele ser de pedazos de clavos, hierros y balas.

Metrallazo: Disparo hecho con metralla por una pieza de artillería.

Mina: Galería subterránea que se abre en los sitios de las plazas, poniendo al fin de ella una recámara llena de pólvora u otro explosivo, para que dándole fuego arruine las fortificaciones de la plaza.

Mixto: Mezcla inflamable que se usa para los artificios incendiarios, explosivos o de iluminación.

Modillón: Miembro voladizo sobre el que se asienta una cornisa o alero, o los extremos de un dintel.

Morterazo: Disparo hecho con mortero. Ruido originado por el disparo hecho con el mortero.

Morterete: Pieza pequeña de artillería, de la cual usaban frecuentemente en las salvas. Esclopeadura en forma de cono truncado inverso y oblicuo que tenían las cureñas antiguas de artillería en las teleras de contera.

Mortero: Pieza de artillería destinada a proyectar bombas. Es de gran calibre y corta longitud.

Mosquete: Arma de fuego antigua, mucho más larga y de mayor calibre que el fusil, la cual se disparaba apoyándola sobre una horquilla.

Mota: Eminencia de poca altura, natural o artificial, que se levanta sobre un llano.

Muela: Mota, promontorio de poca altura sobre el llano. Aldea que dispone de una torre en un cerro rodeada de una cerca de estacas y un foso.

Muñón: Cada una de las dos piezas cilíndricas que a uno y otro lado tiene el cañón, y le sirven para sostenerse en la cureña, permitiéndole girar en un plano vertical a fin de arreglar la puntería.

Muñonera: Rebajo semicircular que tiene cada una de las gualderas de la cureña, para alojar el muñón correspondiente de la pieza de artillería.

Muralla: Muro de piedra, ladrillo o tapial que rodea una fortaleza defendiéndola externamente. Su altura ha de ser tal que impida la escalada fácil de los hostigadores y su consistencia tan poderosa que deba resistir los diferentes métodos de ataque de los invasores. Si la muralla se cierra sobre sí misma se llama recinto.