Historia
Una vez más, valiéndose de las infraestructuras romanas de las calzadas, el Camino de Madrid aprovecha el trazado de la vía XXIV del Itinerario de Antonino, conectando la capital española con Segovia, Valladolid y Simancas, uniéndose al Camino Francés en Sahagún. Los peregrinos madrileños suelen salir de la parroquia de Santiago, una de las seis parroquias históricas de Madrid, donde reciben la bendición para el camino. A partir de ahí cruzan la sierra de Guadarrama por una milenaria cañada de trashumancia, antaño también aprovechada por los segadores gallegos. Estos segadores eran jornaleros que, cada verano, se desplazaban con su hatillo y hoz desde Galicia hasta los pueblos de Castilla y León y La Mancha para trabajar en la siega del trigo.
La utilización de este camino como ruta jacobea está documentada a partir del siglo XII, es decir, desde el Siglo de Oro de las peregrinaciones, una vez repobladas las comarcas al sur del río Duero. El número de peregrinos de esta ruta incrementaría después de 1561, una vez Felipe II convirtió Madrid en sede permanente de la Corte.
INFORMACIÓN PARA EL PEREGRINO
La mayoría del trazado es llano, está bien señalizado y discurre por caminos y pistas de tierra suficientemente anchas para recorrerlas en bicicleta.
En las poblaciones principales hay una amplia oferta de alojamientos en hoteles y hostales, además de albergues tanto públicos como privados