Puente la Reina/Gares

Puente la Reina es un importante cruce de caminos, donde se funden las dos vías del Camino Francés: la que entra por Roncesvalles y la que entra por Somport. Esto la convierte en una de las localidades con mayor espíritu compostelano de Navarra. Su calle Mayor está jalonada de interesantes monumentos que se han ido levantando como reflejo de la pujanza obtenida gracias al paso de miles y miles de peregrinos a lo largo de un milenio. Casas de mayorazgo, iglesias, conventos, dos puentes medievales e interesantes propuestas gastronómicas son los grandes atractivos que ofrece este enclave histórico.

• Puente románico: impresionante obra de ingeniería sobre el río Arga para facilitar el paso a los peregrinos tras atravesar la calle principal de la localidad. Fue mandado levantar por la reina doña Mayor en el siglo XI, de donde viene su nombre, y alcanza los 110 mentros de longitud. LEYENDA DEL CAMINO: En el centro del puente se ubicaba una hornacina con la talla de piedra de la Virgen del Puy, conocida como Txori y que actualmente se encuentra en la iglesia de Santiago. Se dice que todos los días un pajarillo la visitaba, la limpiaba con su pico y evitaba cualquier accidente. Pero el día que la talla fue trasladada, un hombre falleció al caer del puente.
• Puente gótico: a menudo, la atención se centra únicamente en el famoso puente que da nombre a la localidad, pero Puente la Reina/Gares tiene otra pequeña-gran obra de ingeniería en su casco urbano: el puente sobre el río Robo. Esta vez, con arcos ojivales y una estructura más robusta, pero no por ello carente de belleza y encanto.
• Iglesia de Santiago: situada en el centro del pueblo, conserva la portada románica del templo anterior, destacando su arco lobulado y la riqueza escultórica de sus arquivoltas y capiteles. Una vez en el interior, dirigiendo la mirada hacia el cielo, se divisan unas bóvedas estrelladas de fina factura y una talla gótica del Apóstol, tradicionalmente conocida como Santiago Beltza (negro, en euskera) 
• Iglesia del Crucifijo: es la iglesia que recibe a los peregrinos nada más llegar a la localidad puentesina. De origen templario, una vez dentro se advierte cierta rareza: es un templo románico con una nave gótica añadida, lo cual da lugar a una configuración particular de dos naves. La otra curiosidad es la talla del Crucificado. Datada en el siglo XIV, el madero está sin descortezar y tiene forma de Y.
• Murallas medievales: la configuración de tres calles paralelas y varias belenas que las cruzan transversalmente es puramente medieval. Se trata de una planta creada ex novo y que sigue el modelo de bastida francesa del sur de Francia. Junto con esta distribución urbanística, el cinturón de murallas y torres cerraba y protegía a los habitantes. Sólo las murallas que dan al Paseo de los Fueros, la torre del Relox y la torre del inicio del puente se han conservado.
• Conjunto de casas medievales y barrocas: la calle Mayor está jalonada de casas de mayorazgo y demás construcciones nobiliarias, cuyas fachadas con escudo y aleros esculpidos destacan por su animado colorido y factura exquisita.