El menú del peregrino

Las regiones por las que atraviesa el Camino francés se caracterizan por su excelente y variada oferta gastronómica a base de producto local como verduras, carnes, embutidos, sopas, caldos y postres.  Al emprender el Camino, muchos se preguntan qué es el menú del peregrino y cuales son las "especialidades culinarias" que no me puedo perder en esta aventura. Aquí te dejamos información sobre los productos más destacados y propuestas gastronómicas ligadas al Camino que hacen las delicias de los paladares más exigentes.

Menú del peregrino

El menú del peregrino es una oferta gastronómica que se podrá encontrar en los establecimientos, posadas o albergues a lo largo del Camino de Santiago. Normalmente la mayoría de los restaurantes ofrecen verduras y frutas de temporada, sin embargo, la gastronomía varía según cada comunidad, ya que cada una se caracteriza por diferentes platos tradicionales.

El menú del peregrino suele ser muy completo incluyendo dos platos con bebida y postre, tiene que ser una comida que tenga proteínas y carbohidratos para poder seguir adelante y con fuerzas. El precio de este menú también varía según cada comunidad autónoma, suele tener un precio menor al de cualquier menú del día, para poder beneficiarse de las condiciones de estas ofertas el requisito obligatorio será presentar la Credencial, la cual acredita que se está realizando el camino.

Por último y, aunque en algunos lugares se anuncie el menú del peregrino, es conveniente asegurarnos de que cumple lo anteriormente mencionado, y no que es simplemente un menú estándar con un precio reducido.

La cultura gastronómica del Camino nos ha dejado platos típicos como: el Botillo, Cecinas, Sopas de Ajo, Caldo Gallego, Empanada de Batallón, Cocido, Pulpo a feira y una amplia variedad de postres. No pretendemos decir, que estos platos sean invención de los peregrinos, pero si afirmamos, que han actuado como difusores de estos manjares. En la antigüedad, las Sopas de Ajo, eran el plato que más comúnmente se les ofrecía a los peregrinos, acompañadas de tocino y vino.

LOS PRODUCTOS MÁS TÍPICOS

El caldo del peregrino es uno de los platos más típicos de la gastronomía gallega y uno de los más apreciados por peregrinos propios y foráneos. El caldo no es más que una especie de sopa o potaje resultado de cocer verduras, alubias y patatas, aderezado con unto (grasa de cerdo). A veces, incluye también carne como chorizo, lacón o panceta. El caldo más típico es el elaborado con berza, repollo o grelo, dependiendo de la temporada.

La tarta de Santiago es un postre tradicional de la cocina gallega, concretamente de Santiago de Compostela. La receta se compone principalmente por almendras, azúcar y huevos y no contiene gluten. Este delicioso pastel de almendras no puede faltar en las mesas el 25 de Julio, día de la festividad de Santiago y día de Galicia.

OTRAS PROPUESTAS

- SABOREA PAMPLONA: RUTA DEL CAMINO

Situada en el Camino de Santiago, Pamplona es la primera ciudad en el peregrinaje desde Roncesvalles. La capital de Navarra ofrece ya sea en pincho o en plato, sus famosas y excelentes verduras, carnes, quesos y vinos.

La gastronomía en el Camino francés

EL MENÚ EN NAVARRA

Sea un menú, cazuelicas o pinchos, en Navarra existen productos de primera calidad y kilómetro 0, en los que destacan las verduras como las alcachofas de Tudela, los pimientos del piquillo de Lodosa con Denominación de Origen, la menestra de verduras o los espárragos de Navarra con Indicación Geográfica Protegida, que abren el apetito a cualquiera.

Las migas, el revuelto de hongos, el relleno con tomate y el ajoarriero, el plato favorito de Hemingway; son otras dos delicias locales que merece la pena probar. En el terreno de los postres, destacan los postres lácteos como la goxua, la pantxineta o la cuajada con miel y los quesos de pastor. Lo que no puede faltar sobre la mesa son los vinos D.O. Navarra: tintos, rosados y blancos han conseguido numerosos premios y prestigio mundial. 

Si uno quiere almorzar a medio día o saciar el apetito al final de la tarde, siempre tiene la opción de recurrir a los pinchos y a las cazuelicas. Cada bar ofrece su especialidad, a menudo alta cocina en miniatura elaborada con productos de la tierra. También existe la posibilidad de degustar la rica variedad de fritos, tan populares en Navarra y, más en concreto, Pamplona: pimiento, jamón y queso, hongo beltza, huevo, chipirón o roquefort son algunas de las más habituales.

 

  • La huerta navarra: si algo caracteriza nuestra gastronomía, es la amplia variedad de verduras que se sirven tanto crudas como cocinadas. Entre las primeras, destacan los cogollos de Tudela, los espárragos, el tomate feo de Tudela y las lechugas de la Magdalena, presentadas en suculentas ensaladas o sencillamente con un chorro de aceite de oliva virgen extra con D.O. Entre las cocinadas, están los pimientos del piquillo (asados o rellenos), la menestra de verduras, la borraja con patatas, el cardo con almendras, las alcachofas con jamón, las acelgas o la variada porrusalda.
  • Vinos D.O. Navarra: tintos, blancos y rosados son el resultado de una tradición bimilenaria, cuando los antiguos romanos descubrieron en nuestros campos un sustrato idóneo para el cultivo de la vid. Reyes, zares y gentes de los cinco continentes han saboreado las exquisiteces que fermentan en las bodegas de la Zona Media y la Ribera navarra.
  • Quesos con Denominación de Origen: Navarra es tierra de quesos, su tradición e historia está vinculada a buenos pastos y al saber hacer de sus pastores y el resultado son dos Denominaciones de Origen Protegidas. Ambos quesos provienen de los valles de Navarra, que se elaboran con de leche cruda de oveja latxa y destacan por su excelente calidad. Cada uno de ellos tiene sus propias peculiaridades. En ambos casos se suelen servir acompañados de un buen vino navarro o saboreándolo junto con un poco de nueces y membrillo.
  • Chistorra: es un embutido típico navarro que se elabora con carne de cerdo, picado y adobado con sal, pimentón y ajo, todo ello amasado, embutido en tripa natural y sometido a un corto proceso de maduración. Por lo general se consume frita o a la plancha y se sirve sola o sobre un trozo de pan.
  • Gorrín asado: la estrella de Tierra Estella, pero que se puede encontrar en muchos restaurantes de toda la Comunidad Foral. Por dentro tiene que estar suave y jugoso como la mantequilla, mientras que, por fuera, la piel tiene que crujir y estar dorada. A la hora de servirlo, se trocea generosamente y se coloca en el plato junto a una ensalada a base de lechuga y cebolla.
  • Pochas de Sangüesa: otra de las joyas vegetales de Navarra es esta variedad de alubia blanca que se consume fresca, lo cual la hace extremadamente suave y reduce los tiempos de cocción. Se prepara junto a otros ingredientes: zanahoria, pimiento, tomate, cebolleta, puerro y ajo. A parte de esta base, se puede añadir jamón, codornices, almejas o bacalao.
  • Pacharán navarro: es una bebida espirituosa de baja graduación (25-30 º) que se obtiene de la maceración de las endrinas en un anisado, La historia del pacharán está ligada a Navarra desde sus orígenes. Ya en la Edad Media, era una de las principales bebidas en las celebraciones importantes y también se utilizaba como tónico medicinal. Navarra es la única Comunidad Autónoma en la que tiene una protección europea el Pacharán.

Imagen de un gorrín asado.

Un plato de menestra navarra.

Una sartén llena de pimientos del piquillo.

Un plato de chistorra navarra y pan.

Imagen de un plato de pochas a la navarra.

Imágenes cedidas por INTIA-Reyno Gourmet.

Imagen de un plato de patatas a la riojana.

Imagen cedida por el Ayuntamiento de Logroño.

EL MENÚ en LA RIOJA

Algunos de sus platos insignia son el cardo, las patatas a la riojana y las chuletillas al sarmiento. Pero lo que realmente hace conocida a La Rioja son sus vinos conocidos a nivel internacional.

  • Patatas a la riojana: también llamadas patatas con chorizo, es un plato típico, muy sencillo de preparar y que gusta a todo el mundo. Patatas, cebolla, pimiento, pimiento choricero, ajo y un par de hojas de laurel son los ingredientes a cocinar.
  • Bacalao a la riojana: al igual que las patatas a la riojana, este plato también cautiva por su sencillez: fritada de cebolla, tomate y pimientos rojos y verdes son la base sobre la que se cuece el taco de bacalao, previo paso por la sartén.
  • Fardelejos: ancestral postre de hojaldre relleno de pasta de almendra molida o rallada, con huevo, azúcar y aceite. Todo ello frito en aceite y espolvoreado con azúcar glas.

El menú en Burgos

En general caracterizada por alimentos de alto contenido calórico para aguantar el frío invierno de las tierras castellanas, esta dieta se equilibra con deliciosas setas, frutas y demás hortalizas de primera calidad.

  • Morcilla de Burgos: elaborada con cebolla picada, arroz, manteca, sal, pimienta, orégano y la propia sangre del cerdo, es todo un manjar para el paladar que se puede servir frita, asada o en forma de pincho.
  • Sopa castellana: he aquí una buena forma de aprovechar el pan duro del día anterior. Partiéndolo en trozos y mezclándolo con chorizo, cebolla picada, ajo, pimentón, agua y perejil, se suele servir en una cazuela de barro.
  • Olla podrida: es el cocido tradicional de Burgos y se hace con alubias rojas de Ibeas de Juarros en vez de con garbanzos. A ello se le añaden legumbres, verduras, morcilla, chorizo, panceta, costillas y otras carnes procedentes del cerdo.

Imagen de varias morcillas de Burgos.

Imagen cedida por la Diputación de Burgos.

Imagen de un plato de caracoles a la palentina.

Imagen cedida por la Oficina de Turismo de Carrión de los Condes. 

El menú en Palencia

Tradicional cocina de carácter labrador y pastoril, las preparaciones son sencillas pero no por ello menos sabrosas. Es el caso de la gran variedad de sopas y caldos que han sacado de más de un apuro a tantos pastores y campesinos de Tierra de Campos.

  • Variedad de sopas palentinas: las mil y un maneras de preparar sopas en este rincón del camino, llaman verdaderamente la atención. Están: la sopa de ajo, con refrito de ajo y rebanadas de pan; la sopa de sartén, con pan duro, manteca de cerdo, pimentón y torreznos; y la sopa albada, con los ingredientes anteriores, más jamón serrano y pimienta negra.
  • Caracoles a la palentina: preparados con salsa picante, jamón, chorizo, piñones y huevo picado, son una de las riquezas que ofrecen estas tierras esteparias.
  • Amarguillos: la excelente harina que proporcionan los inmensos campos de trigo palentino dan lugar a la elaboración repostera de dulces como los amarguillos, cuya receta se basa en dicha harina, huevo, almendras y azúcar. 

El menú en León

En la provincia de León existen dos cocinas bien diferenciadas: la cocina del Bierzo y la cocina maragata. La primera está muy influenciada por la gastronomía asturiana (cacheladas, lacón), mientras que la segunda se basa en platos recios y bien cargados, propios de la comarca de Astorga.

  • Cecina de León: producto elaborado con carne de vacuno, ciervo o jabalí, de cierto color granate y unas finas vetas de grasa, similar en aspecto al jamón serrano pero sabor totalmente diferente.
  • Cocido maragato: los principales ingredientes son las carnes (hasta 7 tipos diferentes) y posteriormente se añaden los vegetales (tipo berzas o garbanzos). Su elaboración es muy lenta, y se empieza con la cocción de las carnes, para luego ir añadiendo los garbanzos y las verduras.
  •  Ancas de rana a la bañezana: a parte de las ancas, se les echa tomate, cebolla, ajo, pimiento, pan, harina, grasa de cerdo, leche, aceite y sal, así como hierbas aromáticas –normalmente laurel y perejil-. Se sirven calientes, acompañadas de pan.

Imagen de un pernil de cecina.

Imagen cedida por la Oficina de Turismo de Mansilla.

Un plato de queso semicurado con pan.

Imagen cedida por la Asociación Provincial de Hostelería de Lugo. 

El menú en Lugo

A pesar de que la provincia de Lugo solo posee una pequeña franja de mar, su proximidad hace que los pescados y mariscos sean abundantes en el menú; sirva de ejemplo las diferentes formas de cocinar el pulpo. El ganado bovino también da lo mejor de sí, tanto en carnes como en productos lácteos como el característico queso de tetilla.

  • Empanada gallega: consiste en una masa que se rellena por dentro con atún, pimiento rojo y verde, cebolla y tomate. Respecto a la masa, se elabora con harina, manteca de cerdo, levadura, huevos, vino blanco, aceite de oliva, agua y sal.
  • Pulpo a la gallega: es uno de los platos estrella del territorio, sencillo y fácil de preparar, pero para el que hay que tener una gran pericia a la hora de cocer el pulpo. Se le suelen añadir cachelos (patatas cocidas), sal gorda, un buen chorretón de aceite de oliva y bien de pimentón.
  • Queso de tetilla: otra de las delicias regionales, elaborado con leche de vaca, sin calostros, que puede ir madurado desde tierno hasta semicurado.

El menú en A Coruña

La ternera gallega, los mariscos de las Rías Altas, los pimientos de Padrón, el queso de tetilla y el de Arzúa-Ulloa, junto con la archiconocida tarta de Santiago, son lo más característico de la cocina coruñesa.

  • Pimientos de Padrón: originarios de la localidad donde se descubrió la tumba del apóstol, se sirven fritos, con un espolvoreo de sal gorda por encima, ¡aunque hay que estar preparado para descubrir cuál pica y cuál no! 
  • Cocido gallego: rico en proteínas, es un plato contundente elaborado a base de chorizo, tocino, lacón, oreja, rabo, morro, costilla y ternera gallega (reconocida con Denominación de Origen), además de garbanzos, patata y grelos.
  • Filloas: muy similares a las crêpes bretonas, se elaboran a base de harina, agua, caldo o leche, y opcionalmente sangre, huevo y azúcar o miel. Son un dulce muy típico y apreciado, sobre todo entre los más larpeiros (persona que disfruta comiendo exquisiteces, sobre todo de sabor dulce).